Una entrevista con Jesús Devesa fue suficiente para conquistar al ex ministro Bernat Soria. El entonces titular de Sanidad conoció hace dos años el trabajo que el científico e investigador de la USC realiza desde 2005 en la Fundación Foltra, en Cacheiras (Teo), y que ha permitido a lesionados medulares en silla de ruedas volver a caminar. No dudó en apostar por él y promovió personalmente la aplicación de su método en el Centro Nacional de Paraplejia de Toledo.

Devesa, fisiólogo especialista en endocrinología, desarrolla en Foltra un método único en Europa con la hormona de crecimiento como clave de un tratamiento integral para graves daños cerebrales y medulares. La propuesta surgió como alternativa médica al proceso habitual de internamiento de estos enfermos y posterior alta con secuelas sin una atención profesional suficiente. Frente a ello, Foltra propone "un tratamiento integral personalizado desde diferentes perspectivas: médica, rehabilitadora y ocupacional. La vuelta del enfermo a la vida". A esta filosofía se suma una fórmula médica revolucionaria, la aplicación de la hormona y otros factores de crecimiento, en aquellos casos en los que está indicada, sobre funciones clave como la circulatoria, la cicatrización, el sistema óseo o la proliferación celular. Se trata de un método pionero que por ahora no se desarrolla en la medicina pública en ningún sitio y que Devesa fue el primero en aplicar y publicar oficialmente en el Proffesional Medical Journal.

Tras su entrevista con Bernat Soria y un extenso proceso de tramitación, por fin ahora, el método de Devesa llegará a la medicina pública en España. El próximo otoño (probablemente ya entre septiembre y octubre) el Centro Nacional de Paraplejia de Toledo iniciará el ensayo clínico con lesionados medulares. Se trata de un proyecto financiado por el Ministerio de Sanidad a través de la Subdirección General de Terapias Regenerativas, que cuenta, además, con el apoyo de la comunidad de Castilla y León.

El doctor Devesa figurará en este trabajo como investigador a distancia y será el doctor Antonio Oliviero el que dirija in situ el ensayo, que se prolongará durante aproximadamente un año, para objetivizar posteriormente los resultados.

A la espera de estos en la sanidad pública, a través de la fundación, altruista, el doctor Devesa continúa atendiendo cada día a decenas de enfermos en Teo, obteniendo resultados a todas luces espectaculares.

"Tenemos casos especialmente gratificantes, como el de un chico con una lesión medular C-3, C-4, que de no tener movilidad alguna en las piernas pasó en unos meses a caminar 800 metros con ayuda de un andador. O una chica con pérdida de función absoluta de garganta, que llevaba 15 años sin hablar ni comer y en ocho meses de tratamiento aquí recuperó plenamente la capacidad", explica.

Junto a estos ejemplos, el paradigma del éxito de Foltra es Pablo, el hijo del propio Devesa, y su mujer, Ana Peleteiro. Tras un accidente de tráfico cayó en coma, sufrió una lesión en el tronco cerebral y, a consecuencia de ella, una hemiplejia. "Nadie me daba expectativas claras de su futuro", recuerda Devesa y añade que "fue ese futuro más que incierto el que me decidió a actuar". Tras toda una vida investigando acerca de la hormona de crecimiento, conocía muchas acciones que comparten esta hormona (GH) y la prolactina. Un artículo sobre esta última le "dio la luz".

En el texto se describía que la prolactina era la responsable en ratas lactantes de inducir la generación de nuevas neuronas que migraban al bulbo olfatorio para que la rata lactante (en la que existen altos niveles de prolactina) pudiese discriminar mejor, por el olfato, a sus propias crías. Devesa recuerda que "aquello me abrió los ojos ante un mundo nuevo para mí: el de la renovación cerebral. Si la prolactina es capaz de inducir la formación de nuevas neuronas, ¿por qué no la GH? Al fin y al cabo, ambas hormonas proceden de un gen común del que divergieron hace tan solo 10 millones de años, un tiempo muy corto desde el punto de vista de la evolución". Decidió entonces administrar la hormona a Pablo "en la esperanza de que el razonamiento empírico se cumpliese. Y se cumplió". Al cabo de un mes, una nueva videolaringoscopia mostró que la cuerda vocal cadavérica, muerta para siempre, se movía perfectamente, la glotis se cerraba, la paresia orofaríngea había desaparecido y la sonda podía retirarse y empezar a comer normalmente por boca. Habían pasado dos meses desde el accidente... Más tiempo, poco más, costó recuperar el resto de las funciones, cognitivas y motoras. A los 8 meses estaba examinándose de su 4º curso de Biología Molecular y al año siguiente acabó la carrera con su promoción. Recuperado al 100%, es hoy un prometedor investigador en el terreno de la reparación neural y ha sido capaz de descifrar las vías bioquímicas por las que la GH actúa tan eficazmente como neurorregenerador y neuroprotector, un trabajo brillante que en breve será publicado y que también forma parte de su tesis doctoral.

Más que GH. En relación a sus técnicas, el doctor Devesa aclara que sí existe un bulo muy extendido al respecto del uso de la hormona de crecimiento. "Se comenta que sólo utilizamos hormona de crecimiento. No es correcto, sólo se utiliza en aquellos casos en los que está indicada. Hoy conocemos un gran número de factores neurorregeneradores, con mayor o menor eficacia, pero que permiten utilizar otro tipo de tratamientos, sumados, claro está, a la rehabilitación física y cognitiva". La rehabilitación juega, de hecho, también un papel fundamental en la filosofía metodológica de la clínica Foltra, que cuenta con profesionales en este ámbito entre su personal.

Altruismo. El propio origen de la clínica Foltra marcó su condición de fundación, en la que los tratamientos se realizan de modo totalmente altruista. "No se cobra por el trabajo que hacemos. Sí hay una colaboración de los pacientes y sus familias, que contribuyen económicamente a que la Fundación siga adelante, pero no existe una tarifa obligatoria por el tratamiento. Conseguimos desarrollar nuestro trabajo gracias a la labor voluntaria de muchos de los trabajadores de este equipo y a las ayudas de instituciones externas. Además de las administraciones públicas, la labor de Foltra no sería posible sin aportaciones de entidades como La Caixa o fundaciones como María Esperanza Gómez Ruido.

Pese a que los fondos son imprescindibles para el desarrollo del proyecto, el factor económico no pesó en ningún momento a la hora de plantearlo. "Nuestra única intención es que todo paciente con daño cerebral o periférico adquirido salga beneficiado de algo en lo que creemos y hemos constatado, realizándolo en otros centros y bajo otras prescripciones", explica Devesa. De hecho, el doctor avanza que "estamos dispuestos a colaborar con quien lo desee. Esto nos evitaría, además, la tremenda presión psicológica que supone el recibir tantas demandas diarias de ayuda que no podemos atender".

Ésta es, a día de hoy, la principal preocupación de los directores de Foltra, la imposibilidad de dar respuesta a las familias que buscan en ellos una nueva puerta a la esperanza. Tal vez, tras el ensayo de Toledo, sea la sanidad pública quien pueda dársela.